lunes, 24 de enero de 2011

Incesante avance de la droga

Una reciente asamblea plenaria del Episcopado volvió a poner ante la mirada de la sociedad el rostro cruel de una realidad que afecta severamente no sólo a las generaciones juveniles, sino también a niños de sectores más vulnerables que, a partir de los ocho años en muchos casos, muerden el perverso anzuelo del paco, que origina precoz adicción y consecuente deterioro mental.

Esta información, sustentada en estadísticas actuales, confirma una vez más el incesante avance del narcotráfico y su capacidad de ir ocupando mayores "espacios de poder", como se señaló en la citada asamblea. Ese poder se aplica en nuestro país tanto para producir estupefacientes, como para distribuirlos, comercializarlos y atraer a consumidores más débiles. Y se une a otro mal semejante: la ingestión de bebidas alcohólicas por los adolescentes.

En un clima así denso, las voces que apoyan la despenalización de las drogas ilegales agregan confusión y resienten certidumbres en una lucha que reclama mantener firmeza de objetivos y acciones en el curso de una política integral, hasta ahora ausente, que también contemple "la creación de centros asistenciales en todo el país", según se dijo en la asamblea plenaria.

Los datos estadísticos, basados en el Informe Mundial sobre Drogas 2010, dado a conocer por la ONU, son elocuentes. En el curso de una década, el consumo de algún tipo de estupefaciente en nuestra población, entre los 15 y los 64 años, aumentó diez veces. Se estima, también, que el 15 por ciento de los alumnos del nivel medio consume marihuana, si se considera un promedio de todo el país; en el Gran Buenos Aires, esa cifra se eleva al 30 por ciento.

Asimismo, ha crecido el hábito de beber alcohol en nuestros adolescentes y, además, se calcula que la influencia de las drogas ha obrado en el 60 por ciento de los delitos cometidos por menores.

En cuanto al paco, su consumo se ha expandido y ha llegado a poblaciones pequeñas del interior, como se ha observado en Salta y en Jujuy. En suma, la penetración de los estupefacientes en los últimos años ha logrado aumentar y extender el consumo y las adicciones, es causa motivadora de delitos y violencia, y ha contribuido a la corrupción pública y privada.

Es notorio que las noticias sobre el avance de la drogadicción y el alcoholismo nos vienen abrumando desde hace años. Lamentablemente es limitado lo que se hace aun ante cuestiones flagrantes. Así, por ejemplo, muchos saben dónde se expende droga a los chicos, cerca de colegios o en lugares de veraneo. Sin embargo, pocos son los que actúan y siguen el ejemplo de "las madres del paco". También, es verdad que hay comerciantes que venden alcohol a los menores y dejan de cumplir con las ordenanzas que lo prohíben.

Es evidente, entonces, que se omiten muchas conductas que deberían manifestarse. Autoridades y público tienen que obrar sin claudicaciones, pues se trata de preservar la salud de la minoridad y de los jóvenes; es decir, el futuro de las familias y del país. Si no lo hacemos, el narcotráfico proseguirá ganando esta guerra.
 
Ramòn Roa
EES SECC.02

 

Las nuevas drogas online preocupan a Europa

Las nuevas drogas circulan libremente por internet, donde aparecen deliberadamente mal etiquetadas como sales de baño, abonos, tonificantes o ambientadores para eludir los controles. Sin embargo, se trata de sustancias con potencial adictivo, en su mayoría sintéticas, que se presentan como la alternativa a las drogas ilegales clásicas.

 Conocidas como legal hights o research chemicals, las nuevas drogas, algunas de ellas conocidas desde hace años en fiestas rave y en ámbitos de ocio nocturno, presentan, sin embargo, numerosas incógnitas a ojos de las autoridades, que carecen de datos sobre la extensión de su consumo y la peligrosidad real de muchas de ellas. "Se trata de sustancias muy nuevas y poco estudiadas", reconoce Ana Gallegos, experta en nuevas sustancias y responsable del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), con sede en Lisboa (Portugal).

Tras recordar que sólo en 2009 se identificó una treintena de estas nuevas sustancias a través del sistema de alerta rápida de la Unión Europea, Gallegos señala que es difícil estimar cuántos ciudadanos pueden estar consumiendo estas sustancias, entre las que destacan los cannabinoides sintéticos (ligados al llamado Spice) y las catinonas sintéticas, a las que pertenece la mefedrona, que tiene efectos similares a la cocaína y el éxtasis. Esta última sustancia es una de las pocas de cuyos efectos ha habido constancia tras registrarse tres fallecimientos en Reino Unido, uno en Austria y otro en Holanda relacionados con su consumo, lo que hizo que la Unión Europea la prohibiera el mes pasado.

 

Iván Fornís, experto en drogas emergentes de Energy Control, analizando una de estas sustancias en la sede de la organización en Barcelona.arnau bach
 
Ramòn Roa
EES SECC:02

 

 

Drogas legales

Alcohol:

 Es la droga más antigua y más aceptaba por nuestra sociedad. El consumo de alcohol en nuestro país es preocupante. Los datos indican que cada vez se consume más alcohol y los adolescentes se inician a más temprana edad en el consumo.

Sus consecuencias son graves:

Accidentes, alcoholismo, etc.

El exceso de alcohol lleva a fuertes trastornos personales, familiares y sociales, produce enfermedades cardiacas, gastrointestinales, neurológicas enfermedades mentales, etc.

El 60% de muertes por cirrosis tiene su origen en el alcohol.

El 50% de los enfermos hospitalizados en instituciones psiquiátricas deben su mal al alcohol.

El uso del alcohol produce: disminución el crecimiento celular, trastornos en el equilibrio, trastornos en la circulación, trastornos sexuales, reducción en la capacidad de razonamiento


Tabaco:

 Está suficientemente demostrado que le tabaco es una sustancia nociva para la salud. Los médicos afirman que muchas de las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer son causados por el tabaco.

El tabaco es una droga en que el adolescente se inicia imitando a los mayores, a veces es el primer paso al consumo de drogas.

Después del alcohol es la droga que más perjuicios está causando en nuestra sociedad ya que contiene sustancias tóxicas como; nicotina, alquitrán, monoxido de carbono.

A largo plazo el consumo de tabaco puede producir bronquitis crónica y enfisema pulmonar, riesgo de enfermedades cardiacas, ulceras gástricas, cáncer de pulmón, labios, laringe y boca.

Como droga crea dependencia psíquica y probablemente física. El síndrome de privación con frecuencia lleva consigo ansiedad depresión irritabilidad inquietud, dificultad de concentrarse etc.

-Según un estudio nacional del consumo de alcohol, tabaco y drogas, en la población escolar de Chile (año 98), realizado por Ministerio de Educación, Ministerio de Salud, Fundación Paz Ciudadana y Conace los resultados en la VII región fueron los siguientes:

El alcohol es la sustancia de mayor uso, tanto en hombres como mujeres.

El tabaco fue la segunda sustancia de mayor consumo.

En cuanto a las drogas ilegales los primeros lugares los ocupan la marihuana, pasta base y cocaína.

Ramòn Roa
EES SECC:02

Debate internacional sobre el fracaso de la guerra contra las drogas

Por: Josè Luis Fraga

 GINEBRA — El fracaso de las políticas meramente represivas contra las drogas dominará a partir de este lunes en Ginebra la agenda de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, grupo no gubernamental integrado por personalidades internacionales y presidido por el brasileño Fernando Henrique Cardoso.

"La guerra contra las drogas ha fracasado ¿Cuales son las acciones y medidas alternativas?", plantea la Comisión, en la que además del ex presidente de Brasil participan otros ex mandatarios, como el mexicano Ernesto Zedillo y el colombiano César Gaviria, e intelectuales como el flamante Premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa y el escritor mexicano Carlos Fuentes.

La Comisión también investigará, durante su reunión de dos días, los eventuales riesgos y beneficios de eliminar "las sanciones penales por la posesión de marihuana para uso personal",detalla el informe de presentación.

La Comisión se ha fijado por misión tratar de resolver "la polarización" que divide "los bloques de la legalización y la prohibición", en torno a "una discusión esclarecedora".

Un debate que contará con la participación del español Javier Solana, ex Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, buscará analizar "cuáles son los riesgos y las ventajas de distinguir entre el tráfico y el comercio en pequeña escala" y discutir cuál debe ser "el tratamiento médico obligatorio de toda adición a una droga".

"En muchos países el daño causado por la prohibición de las drogas en términos de corrupción, de violencia y de violación de los derechos humanos supera con creces el daño causado por las drogas", considera la Comisión. Un mensaje que tiene que recorrer probablemente aún un largo camino para llegar a ser aceptado por todos.

El Brasil, el funcionario indicado para conducir la Secretaría Nacional de Políticas Sobre Drogas (Senad), Pedro Abramovay, desistió la semana pasada de asumir el cargo, días después de haber generado polémica por defender la excarcelación de pequeños traficantes de drogas.

Esa fue la primera baja relevante del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, quien asumió el cargo el 1 de enero pasado.

La Comisión que se reúne en Ginebra se propone además revisar "el sistema de control de drogas de la ONU" y "las diferentes respuestas nacionales", sin dejar de analizar los "desafíos de la justicia penal" a partir de la constatación que "erradicar la producción y criminalizar el consumo no reducen el tráfico y el consumo de drogas".

La Comisión aspira a valorar los resultados de los planes en curso de "erradicación e interdicción" de las drogas y escudriñar los cambios que se han producido en los últimos 50 años en "la producción, transporte, venta al por menor y al por mayor causado por el enfoque de reducción de la oferta".

Es propósito a su vez de esta Comisión medir "el alcance y el aumento de las ramificaciones del negocio mundial de las drogas", el papel que juegan en sus redes los Estados "en quiebra" o "delincuentes", observando "las tendencias en los delitos asociados", incluyendo "el blanqueo de dinero, el tráfico de armas y la corrupción", y "el riesgo de socavar las instituciones democráticas".
 
Ramòn Roa
EES SECC:02

 

Factores de riesgo de caràcter social

En los últimos años la sociedad ha experimentado una serie de modificaciones, dando lugar a un cambio en la actitud de las personas, se puede mencionar:

 

a) Actitudes sociales que pueden propiciar el consumo de drogas:

Escepticismo, hedonismo, y consumismo son todas respuestas a la búsqueda de gratificación inmediata que caracteriza a muchas de nuestras sociedades occidentales.

La falta de solidaridad lleva a que primen los intereses individuales sobre los colectivos, haciendo que muchas personas vean como válido su enriquecimiento personal aunque esté basado en el dolor y la tragedia de otros.

La aceptación generalizada de las drogas legales dificulta la toma de conciencia de la sociedad en cuanto a su utilización y a los riesgos que conlleva su consumo

 

b) Factores socioambientales negativos:

La cantidad de factores socioeconómicos negativos que afectan a una gran cantidad sobre todo en las grandes ciudades ha dado un aumento en el consumo de drogas, por ej.déficit de viviendas, escacez de servicios públicos, etc.son circunstancias negativas que favorecen los consumos, ya que determinadas condiciones pueden ocasionar una pérdida en la capacidad para enfrentar problemas , es cuando las drogas se convierten en una alternativa.

 

c) Medios de comunicación social:

El tratamiento que los medios dan a las drogas está distorsionado, plagado de estereotipos y de confusiones en cuanto a los conceptos que se relacionan con ella.

 

d) Publicidad:

La promoción durante años de las drogas legales logró impactar a usuarios considerados no tradicionales, como mujeres y menores. La precocidad de los consumidores de alcohol es uno de los problemas más serios en la actualidad, la publicidad ha hecho que se asocien las bebidas alcohólicas con entretenimiento y diversión, compañerismo y juventud. Un fenómeno de esta época es que la cerveza se ve como un refresco más, la

publicidad explícita o subliminal está presente en la mayoría de los eventos sociales, se los emparenta con la gratificación y el poder.

Ramòn Roa
EES SECC:02

Factores de riesgo de caràcter comunitario

Se entiende por comunidad el grupo de personas pertenecientes al ambiente donde el individuo se desenvuelve y realiza su proceso para convertirse en persona. Aunque la familia es la primera comunidad natural, nos referiremos aquí al entorno comunitario, que comprende el grupo de amigos, la escuela, colegio o universidad, el lugar de trabajo, la empresa o institución donde se desenvuelve, el barrio, la ciudad donde vive, etc. Los factores de riesgo que pueden presentarse son:


a) Dependencia del grupo:
El joven que no tiene sentido de pertenencia respecto de su familia y que no mantiene con ellos una buena comunicación e interacción debido a diferentes conflictos personales o familiares puede utilizar el grupo de amigos como sustituto. Si el grupo es permisivo en cuanto al uso de alcohol y otras drogas, como solidaridad y para solidificar su presencia en el grupo, el individuo adoptará esa misma actitud hacia ellas.


b) Presión del grupo:
Mantener la integración con el grupo de amigos en la adolescencia implica la aceptación de sus normas y valores. Si el grupo bebe alcohol o cons umo otro tipo de drogas el ofrecimiento se dará sin duda. La posibilidad de negarse se hace difícil por el temor de que ésta puede ser interpretada como rechazo al grupo al que quiere seguir perteneciendo.


c) Resentimiento social:
El exacerbado ofrecimiento de artículos de consumo y bienes materiales unido a la falta de oportunidades personales y familiares para adquirirlos, a ser víctima de diferentes violencias, y a la falta de afecto, entre muchas otras causas, pueden ocasionar en el individuo (sobre todo en la niñez y la adolescencia) el paulatino crecimiento de resentimiento se exterioriza con transgresiones de menor o mayor gravedad. El abuso en el consumo de alcohol y la utilización de diferentes drogas son también formas de transgresión a las normas sociales.


d) Actitud de los líderes sociales ante las drogas:
Los padres son los modelos que ayudan al consumo de las drogas, incluidas las legales como alcohol, tabaco y medicamentos, la actitud ambivalente de los líderes sociales hacia ellas puede servir como influencia negativa en el inicio del consumo.

e) Relaciones conflictivas en la comunidad de estudio o trabajo:
La falta de integración en el medio en que se desenvuelve se manifiesta con el fracaso, rechazo a normas de convivencia y la negativa a la participación en actividades sociales e institucionales en adultos y niños. Los estilos inapropiados en la forma de relacionarse puede constituir peligrosos factores que incidan en el comienzo del consumo.

Se puedemencionar:
- Actitudes exageradas en cuanto a la rigidez e inflexibilidad de normas

–Exigencia que genera autoexigencia

–Mucha expectativa por los resultados sin valorar

–Propiciar el individualismo


f) Exceso de tiempo libre:
El aburrimiento es un importante factor de riesgo, la escacez de centros recreativos y educativos son alternativas válidas de interacción social de bajo costo. También se puede incluir absentismo, a la deserción escolar y desempleo.


g) Disponibilidad de las drogas:
Las drogas están en todas partes y no es difícil acceder a ellas

Ramòn Roa
EES SECC:02

Factores de riesgo de caràcter familiar

La familia es el núcleo inicial de socialización del niño, en el cual comienza a construirse su personalidad; es lógico, entonces, que el ambiente cotidiano y la interacción entre los miembros que lo componen sean factores importantes a tener en cuenta en relación con el inicio del consumo.
Los factores que se pueden considerar de riesgo dentro del seno familiar tienen directa relación con:
-El ejemplo familiar
-El estilo educativo
-El clima afectivo
a) Ejemplo familiar:
La observación del comportamiento de los padres puede ser el modo de adquirir una conducta determinada. La forma de vida y los valores que éstos muestren ante sus hijos pueden servir de eficaz prevención o, por el contrario, de factor precipitante para el inicio en el consumo de alcohol y de otras drogas


b) Estilo educativo:
La disciplina y una efectiva, pero comprensiva, supervisión pueden neutralizar los factores de riesgo que presentan los siguientes comportamientos parentales ausencia de normas de comportamiento: la permisividad o, por el contrario, el autoritarismo, provocan confusión en los hijos.
sobreprotección o abandono: tanto el exceso como la indiferencia en la atención de los hijos pueden favorecer el inicio en los consumos.
Rigidez en la estructura familiar. Impide o retrasa los procesos de maduración, autonomía e independencia, y provoca sumisión o bien, rebeldía Falta de reconocimiento. No aprobar, destacar o premiar los logros de los hijos da como resultado personalidades inseguras y con muy baja autoestima.


c) Clima afectivo:
El clima que se vive dentro del hogar tiene directa relación con la estabilidad emocional de los miembros de la familia, la que puede vincularse con el consumo de alcohol y otras drogas.
Afectan a la familia:
-La falta de diálogo y de comunicación entre sus miembros
-La violencia doméstica
-Una deficiente relación de pareja entre los progenitores
-Conflictos frecuentes traducidos en discusiones, alteración de roles
- Incompetencia, falta de estabilidad y de responsabilidad de uno o de ambos padres que les impide ofrecer seguridad y protecció n a los hijos
-Historial de consumo de alcohol y otras drogas por parte de uno de ellos
-Falta de sentido de pertenencia
 

Ramòn Roa

EES SECC:02

http://cursa.ihmc.us/rid=1195215848190_1136992767_7170/Drogodependencia%20

 
 

domingo, 23 de enero de 2011

Factores de riesgo de caràcter personal

Hay ciertas características privativas de cada persona que, influidas por las condiciones del entorno en que vive, pueden causar que la probabilidad de consumir drogas se transforme en una realidad.


a) Edad:La preadolescencia y la adolescencia son las edades más frecuentes en el inicio de los consumos de alcohol y otras drogas, pues de por sí el individuo sufre una serie de cambios físicos y emocionales que se caracterizan por la confusión y la angustia. Pero no sólo esas edades pueden ser factores de riesgo, mujeres y hombres a cualquier edad pueden, bajo diferentes circunstancias, pensar en el alcohol como forma de ayudarse a superar momentos de estrés, soledad, tristeza, angustia, dolor, etc. Los medicamentos entrañan también otro peligro en momentos como los nombrados, especialmente entre las mujeres.


b) Pobre o ninguna autoestima:

Beber alcohol o consumir drogas suelen ser recursos utilizados por personas que tienen un bajo concepto de sí mismas, para evadirse de la realidad, ya que sus efectos reducen la percepción de la escasa o ninguna validez que se otorgan. Los cambios físicos y psicológicos de la preadolescencia y la adolescencia agudizan esta situación,que no solamente produce sufrimiento sino que dificulta el desarrollo personal y social

 

c) Escasa tolerancia a la frustración:

No saber aceptar fracasos y frustraciones puede llevar a buscar situaciones o sensaciones que produzcan una gratificación rápida, sin pensar que muchas veces la 10 solución buscada es el principio de más problemas que aportarán frustraciones aún mayores.

 

d) Baja capacidad para discernir correctamente ante toma de decisiones:

En la interacción social, se presentan numerosas oportunidades donde las personas deben expresar su pensamiento o su deseo de hacer o no en particular. Las dudas o titubeos ante una opción pueden llevarlas a tomar una decisión equivocada.

 

e) Inconformismo ante las normas sociales

El abuso del alcohol y / o el consumo de otras drogas pueden ser una forma de negación a vivir acorde con una sociedad percibida como injusta y deshumanizada. Demostrar libertad rompiendo las normas establecidas es olvidarse de que la libertad de cada uno termina donde comienza la libertad de los demás.

 

f) Depresión:

Existen momentos críticos en la vida de las personas causados por situaciones que producen mucha angustia y dolor, que las vuelven más vulnerables y proclives a iniciarse en el consumo de alcohol y otras drogas. Separaciones, divorcios, enfermedad, muerte de seres queridos, fracaso, desempleo, soledad, deudas, etc. son algunas de las causas, entre otras, que pueden provocarla.

 

g) Temeridad innecesaria:

Hay personas que podrían ser calificadas de suicidas en potencia, pues con su forma de actuar están siempre desafiando el peligro. Cualquier edad puede presentar esta característica que habitualmente se agudiza en la adolescencia.

Ramòn Roa
EES SECC:02

Resistencia al cambio en personas adictas

Empezaría planteando una pregunta a todos los que leáis este articulo:¿Qué hace que una persona quiera cambiar? es más ¿Qué hace que un adicto quiera cambiar la situación de dolor en la que vive?

Sería difícil concretar qué es lo que lleva a una persona a querer generara un cambio en su vida aunque si que tenemos algunas respuestas. Una de la cosas que genera ese cambio seria la percepción de malestar subjetivo por parte de la propia persona con la situación que está viviendo, aunque a veces las personas acuden a consulta por el malestar que a otros les generan algunas de las conductas o actitudes que ellos mantienen, aunque a ellos no les genere malestar alguno. Seria este el caso de muchos adictos que vienen a consulta por el malestar que está generando a su familia su consumo de alcohol, cocaína o sus problemas de juego no siendo este capaz de identificar el malestar que siente él y expresarlo debido a la negación en el que le mantiene su enfermedad adictiva.

En el caso del adicto son normalmente los familiares los que piden ayuda por ellos, aunque cuando entran en tratamiento los familiares también se dan cuenta de que ellos también necesitan generar modificaciones en la manera que tienen de actuar para con el enfermo adicto para que así estos produzcan cambios, entre los que estaría el dejar de consumir.

El cambio implica dejar de hacer aquello a lo que ya estoy acostumbrado y que en muchas ocasiones me resulta dañino para poder probar aquello que aún no conozco o que aún conociéndolo no he experimentado. El desarrollo del ser humano lleva implícito el cambio a pesar de que este resulte doloroso ya que tras ese dolor aparecen los mayores beneficios para la persona, aquellos que van de la mano del crecimiento y madurez emocional.

Uno de las mayores dificultades con la que nos encontramos los profesionales a la hora de trabajar con la población adicta es con la resistencia al cambio.

En un principio hemos de trabajar con motivar a la persona para que pueda dejarse ayudar a raíz de que tenga la percepción de que padece una enfermedad y que vea las consecuencias que esta produce en toda su vida. Quizás sea este uno de los pasos más difíciles a atravesar por el adicto y en el que más ayuda necesite tanto por parte de la familia como de profesionales.

Una vez en tratamiento son muchas también las resistencias que el adicto al alcohol u otras sustancias pone en marcha para evitar el cambio, ya que este supone salir de su zona de comodidad y en muchas ocasiones le lleva a tener que ponerse "en contacto con" el dolor que conlleva el dejar algo a lo que uno ya estaba acostumbrado.

Solo mediante el cambio uno puede experimentar el verdadero crecimiento personal.

Como diría Frit Perls: "Hay que dejar de ser el que uno no es para ser el que uno es"

Verónica Merino Rodríguez
Psicóloga en adicciones
 
 
 
Ramòn Roa
EES SECC:02

Las responsabilidades del paciente adicto

Uno de los aspectos más llamativos de la adicción y uno de los que más daño produce en las dinámicas de relación establecidas en el entorno del paciente, es la pérdida progresiva de responsabilidades por parte del paciente adicto.

En lo referente a las responsabilidades, en la mayoría de las personas hay dos tendencias contrapuestas que tienden a satisfacerse. Una de estas tendencias se dirige hacia la autorrealización relacionándose con el acúmulo de responsabilidades a medida que la vida avanza, ir subiendo escalones en lo que a responsabilidades y obligaciones se refiere (desde la independencia física de tus padres, pasando por la independencia económica hasta la formación de la propia familia con los consiguientes compromisos familiares). Por el contrario hay otra tendencia, contraria a la primera, que se dirige hacia el abandono de estas obligaciones, ya que el trabajar todos los días, tomar decisiones difíciles, cuidar y educar a tus hijos o simplemente ser responsable de tus propias emociones son cosas que pueden llegar a ser molestas convirtiéndose en aspecto a evitar en determinadas circunstancias.

Esta segunda tendencia es satisfecha mediante la adicción convirtiéndose dicha satisfacción en lo que podríamos llamar un beneficio secundario de la enfermedad adictiva. Con beneficio secundario nos referimos a la capacidad que tiene el síntoma de proporcionar un beneficio al paciente que padece dicho síntoma. Ese beneficio secundario suele coincidir con la satisfacción de una tendencia que para el sujeto sano es insoportable a nivel consciente como es el abandono progresivo de responsabilidades de la persona en el caso de la adicción.
Por esto, es fundamental que en un tratamiento de deshabituación, el paciente vaya tomando progresivamente las responsabilidades que le corresponden, que ha abandonado por su entera dedicación a la sustancia y su consumo. Al mismo tiempo el familiar, es de vital importancia en la recuperación de estas responsabilidades, ya que muchas de las obligaciones que son abandonas por el paciente, son acogidas por el familiar o el entorno del adicto, estableciéndose dinámicas relacionales disfuncionales que acaban reforzando el establecimiento de la enfermedad adictiva. El familiar, dentro de un programa de tratamiento, deberá comenzar a ceder responsabilidades que pertenecen al paciente, para que éste finalmente consiga un nivel de independencia óptimo para poder tomar de nuevo las riendas de una vida anulada por el consumo de sustancias.

Este proceso es complicado tanto para el familiar como para el paciente ya que la adicción ha roto el desarrollo natural de independencia y de toma de responsabilidades del paciente. Por un lado el familiar, no se encuentra siempre dispuesto a soltar estas responsabilidades ya que también obtiene beneficios, en algunos casos, de esas responsabilidades ajenas acaparadas. Para el adicto, al mismo tiempo, este proceso puede suponer una situación de riesgo para la vuelta al consumo, satisfaciendo, de nuevo, la tendencia destructiva de abandono de obligaciones.

Con todo esto, es importante, que el proceso de toma de responsabilidades, se realice progresivamente aunque no de manera precipitada y siempre que sea posible, de un modo coordinado entre el tratamiento del paciente y la atención al familiar dentro de un entorno psicoterapéutico.
 
Ramòn Roa
ESS SECC.02
 

La recaida en el tratamiento de las adicciones

A través de la historia de los tratamientos en adicciones y alcoholismo, la recaída ha sido uno de los principales problemas a resolver.

Hasta no hace mucho, la recaída era considerada como un hecho aislado. Para muchos, un error, un fallo, que se cometía durante la duración del programa de tratamiento. Para otros, algo necesario para poder llegar a una futura completa sobriedad.

Todo erróneo. La recaída es, como el programa de tratamiento, un proceso. No un suceso como muchos ha querido hacernos creer.

Antes de entrar a definir como se produce el fenómeno de la recaída, es necesario dejar claro que el requisito necesario para considerar que alguien ha recaído es el hecho de que la persona llevara sin consumir ningún tipo de droga durante al menos un año. Por lo tanto, todo aquel que llevando menos de ese tiempo vuelva a consumir, se considerará que "no puede parar".

Dicho esto, la recaída se produce porque hay algo, dentro del programa de tratamiento de la persona que, o bien se ha dejado de hacer o bien, se está volviendo a realizar.Una persona no vuelve a consumir drogas de un día para otro. El consumo de drogas es el punto final de la recaída, la última etapa.

Previamente, la persona adicta habría comenzado una vuelta a los patrones emocionales y de conducta de cuando consumía drogas, pero todavía sin volver a consumirlas. Es la llamada recaída emocional. Se regresa al mismo estilo de vida que se tenía durante el consumo, pero aun no se ha ingerido sustancia. Es cuestión de tiempo.

De esta manera, se ofrece una herramienta valiosísima al adicto que radica en observar aquellos síntomas que le indican que está volviendo a viejos patrones. Está comprobado que el mero hecho de realizar esta especie de "inventario" ayuda a reducir el número de recaídas.

El realizar las mismas cosas esperando resultados diferentes es lo más próximo a la locura…..

José Luis Martínez H.Coordinador, CTMadrid
 

Ramòn Roa

EES SECC:02

http://www.alcoholismo.biz/

 

Adicciòn como enfermedad

Uno de los problemas más grandes en el estudio de la adicción es que, a pesar de la gran cantidad de información y estudios científicos de las últimas décadas, todavía la población general persiste en cultivar ciertos mitos acerca de la adicción, que dificultan su comprensión y tratamiento. Uno de esos mitos es de que la adicción proviene de una falla moral o de una personalidad defectuosa, y que esto es así porque el adicto es fundamentalmente "inmoral" o "malo" y merece castigo.

Es comprensible que las personas expuestas a la adicción de otros se impacten con el comportamiento totalmente ilógico del adicto, especialmente si son testigos del deterioro progresivo de un familiar o persona cercana afectivamente. Sin embargo es precisamente ese comportamiento distorsionado el que es sintomático de la enfermedad de la adicción.
Los estudios más recientes demuestran que el cerebro de las personas adictas es un cerebro que ha cambiado neuroquímicamente. Ese cambio neuroquímico se manifiesta en una alteración de los procesos cognitivos y de la conducta, especialmente de aquellos patrones de conducta asociados con la búsqueda y consumo de drogas.

Las personas que se han enfermado con adicción, tienen una química cerebral secuestrada que cada vez hace más difícil que el enfermo controle su consumo de drogas. Por otro lado este descontrol bioquímico se acompaña de una creciente defensividad psicológica, que en cierta forma va despegando al adicto de la realidad que esta viviendo, de manera selectiva. Este autoengaño produce una falta de conciencia de las posibles consecuencias que traerá el volver a consumir, minimizando así los costos personales y sociales.

Estos cambios se hacen de manera progresiva y selectiva, de modo que existen varias fases del proceso adictivo y en casi todas las personas pueden conservar su inteligencia y la habilidad para funcionar excepto en asuntos relacionados con su consumo

De este modo, la compulsión o descontrol del consumo, se presenta cuando el adicto comienza a ingerir la sustancia y produce una pérdida de control del consumo, lo que se traduce en la ingestión de grandes cantidades de sustancias, inversión de mucho tiempo y energía en el consumo y todas las consecuencias que esto genera en las relaciones personales y las responsabilidades de la persona.

Esto no significa que los adictos no sean responsables por lo que ellos hacen, sino que su conducta adictiva es el reflejo de cambios patológicos en la bioquímica del cerebro.
Estos cambios bioquímicos son producidos por la estimulación del cerebro predispuesto genéticamente del adicto, que genera una reacción exagerada al consumo y que distorsiona el sistema neural de la recompensa y los instintos, por ende la conducta.
 

Ramòn Roa
EES SECC:02

Las actitudes

La cuestión del consumo de drogas es un problema que implica a toda la sociedad y como tal no está exento de actitudes, valoraciones o corrientes de opinión.

El psicólogo que trabaja en el campo de las toxicomanías, al igual que el resto de los profesionales, debe tener en cuenta algunos hechos fundamentales:

• La drogodependencia es un fenómeno dinámico y por ello sujeto a cambios y modificaciones. En este sentido debe estar atento a la evolución del problema.

• Cuando se trabaja en drogodependencias se hace en un territorio o contexto concreto y no en abstracto. El conocimiento del mismo es fundamental para la intervención.

• El psicólogo que interviene en drogodependencias, al estar inmerso en un marco comunitario, debe conocer bien el medio donde ejerce y qué es lo que está haciendo. No debe ser ajeno a las corrientes de opinión que existen en su entorno sobre la problemática que aborda, observando un necesario equilibrio en sus pronunciamientos públicos sobre la problemática del consumo de drogas.

• Igualmente, el encuadre terapéutico debe estar libre físicamente del consumo de drogas, así como de opiniones o juicios de valor que se aparten de la finalidad del tratamiento.

• Es necesario resaltar el importante papel como modelo que puede desempeñar cualquier terapeuta; y en este sentido, lo inconveniente de implicar en el encuadre terapéutico problemáticas o actitudes personales de éste contrarias a los objetivos de la terapia.

 

 

 
Ramòn Roa
EES SECC:02
 

Psicologìa de las Drogodependencias

La aparición de las drogodependencias en nuestro país ha exigido a los profesionales de los diversos ámbitos (Justicia, Servicios Sociales, Educación y Sanidad) adaptarse a las nuevas realidades que iban apareciendo.

En un principio el abordaje de las Drogodependencias se realizaba a base de pruebas de ensayo acierto-error y la formación de los profesionales iba en la mayoría de las ocasiones por detrás de esa praxis.

En un primer momento la formación estaba estructurada en base a las sustancias, a las características de los usuarios, o en relación a los ambientes donde se producía, y así siempre con aires negativistas y culpabilizadores.

Posteriormente se vio necesario compartir las experiencias con otros profesionales; fruto de sus experiencias aisladas que se compartían daba lugar a una reflexión conjunta más elaborada que iba creando un corpus teórico sobre la intervención del psicólogo en el ámbito de las drogodependencias y sirviendo de modelo para aquellos profesionales que se iban incorporando a dicho ámbito de intervención.

Así, la intervención en drogodependencias ha ido constituyéndose en base a prácticas aisladas que se compartían con otros compañeros y tomaban la entidad de "programas" que al institucionalizarse permitían trabajar de manera eficaz.

El proceso de creación de dicho corpus teórico es fruto pues del intercambio de nuestro quehacer diario con el de otros compañeros. Fruto de esa reflexión conjunta, de esa teorización sobre la práctica que profesionales de distintos lugares y con distintos enfoques realizaban en los encuentros para charlar sobre la profesión.

Varias conclusiones resaltan a la hora de teorizar sobre la práctica profesional:

 

1. Necesidad de trabajo en equipo multidisciplinar.

2. Necesidad de trabajo por programas sobre problemas concretos.

3. Trabajar sobre las relaciones que se establecen entre técnicos, comunidad y políticos que a veces incapacitan la propia intervención.

4. Resolver las limitaciones que imponen la inestabilidad de los programas por problemas presupuestarios y los cambios institucionales que obligan a cambiar las directrices de los mismos.

 Ramòn Roa
EES SECC:02