jueves, 25 de noviembre de 2010

Una cura a la adicciòn de las drogas

Días atrás navegaba por Internet en busca de datos de interés y me encontré con uno que me produjo un asombro del que aún no he podido recuperarme. Resulta que en África, mas específicamente, en Gabón, existe un árbol llamado Iboga. Este árbol tiene en sus raíces una sustancia denominada Ibogaina.

 
Esta sustancia, produce dos efectos principales, el primero, es que es un autentico afrodisíaco, el segundo y más importante, es un potente efecto alucinógeno, que provoca una "gran volada" pero, luego, al superar sus efectos, las personas que sufren de adicción a las drogas, pierden la dependencia física a las mismas. Como es una droga, su existencia fue pasando de boca en boca, hasta que se hizo conocida en occidente, en donde, las personas que iniciaron su consumo lo hicieron por diversión. En 1962, un adicto a la heroína llamado Howard Lotsof tomó ibogaina en la búsqueda de "nuevas alturas". Tras una experiencia alucinatoria que duraría 36 horas descubrió que ya no sentía una necesidad compulsiva por la heroína. Lo más sorprendente era que tampoco sufría de los síntomas de abstinencia asociados con la droga. Lotsof compartió su ibogaina con otros seis heroinómanos, cinco de los cuales perdieron su deseo por la heroína. Estos sorprendentes resultados llevaron a Lotsof a obtener las patentes necesarias para el uso de ibogaina en la curación de la adicción a la heroína y el alcohol. Ustedes se preguntarán entonces, por qué no se usa una solución para la adicción como esta, esto es muy simple, como este ???descubrimiento??? fue patentado por una persona natural, los laboratorios, se niegan a usar esta solución porque afecta sus propios intereses económicos. En efecto, No obstante que la ibogaina ha sido usada con éxito en los Países Bajos para la cura de adicciones a la heroína y la cocaína ya que esta interrumpe la dependencia al químico (al contrario de la metadona la cual la sustituye y además es altamente adictiva), se han creado obstáculos para su uso; mayormente de parte de científicos y burócratas que se benefician del uso de la Metadona para el tratamiento de adictos. De hecho, no solamente no se ha autorizado su uso en los Estados Unidos, sino que además ha sido incluida en la lista I de sustancias controladas. Si desean saber más sobre la ibogaina y el iboga, pueden ver información en las siguientes direcciones: http://www.latinoseguridad.com/LatinoSeguridad/Drogas/Ibogaina.shtml y en http://www.infojardin.net/fichas/plantas-medicinales/tabernanthe-iboga.htm Al parecer, la planta verdaderamente existe, y sus efectos sobre las adicciones, son los que efectivamente les he señalado, de hecho, al seguir navegando me puede percatar que en México y Colombia, se utiliza en algunos lugares para combatir la adicción. No cura la adicción, sólo elimina los efectos físicos de la misma, pues elimina los efectos de la abstinencia, y eso es una gran ayuda al momento de combatir las adicciones. Estudiaré si es posible traer este arbolito, o sus semillas a Chile, se imaginan cuantas vidas salvaríamos si pudiéramos suministrárselo a jóvenes que hoy no pueden salir por sus medios de las garras de las drogas. Se imaginan cuantos recursos podría ahorrar el Estado combatiendo las drogas con una herramienta como esta, bien utilizada. Todo esto da mucho que pensar.
 
Roa B Ramòn A
EES SECC O2

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