domingo, 10 de abril de 2011

La cocaìna: Enfermedades Cardìacas

 

La cocaína puede afectar a prácticamente todos los órganos de nuestro cuerpo y presentar múltiples complicaciones médicas tras un uso tanto agudo como crónico. La vía de administración de la droga puede variar los efectos adversos y añadir toxicidad, como es el caso de la administración endovenosa, que puede asociarse con todas las enfermedades infecciosas producidas por agujas infectadas (endocarditis, hepatitis virales o infección por VIH, entre otras) o por falta de asepsia al pinchar (abscesos en extremidades, tromboflebitis, etc.) o isquemia o gangrena intestinal en el caso de ingesta accidental, según se desprende de un estudio elaborado por el Hospital Clínico y Provincial de Barcelona sobre las complicaciones orgánicas de la cocaína, recogido en el Centro de Documentación de la Agencia Antidroga.

Además, la cocaína puede actuar sobre otros factores de riesgo como la hipertensión, la enfermedad cardiaca y la enfermedad vascular. También reduce el flujo de sangre cerebrovascular hasta en un 30%, conduciendo a un estrechamiento de las arterias. Afecta al corazón produciendo arritmias y puede conducir a la formación de coágulos de sangre al acelerar el ritmo cardiaco.

Asimismo, puede presentar alteraciones motoras en el cocainómano, como ataxias o tics motores, y padecer diversas formas de fallo renal agudo. En este sentido, con un consumo abusivo puede producirse infarto en la arteria renal, facilitando la progresión de una insuficiencia renal crónica.

 
Ramòn Roa
EES SECC:02

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