domingo, 23 de enero de 2011

Resistencia al cambio en personas adictas

Empezaría planteando una pregunta a todos los que leáis este articulo:¿Qué hace que una persona quiera cambiar? es más ¿Qué hace que un adicto quiera cambiar la situación de dolor en la que vive?

Sería difícil concretar qué es lo que lleva a una persona a querer generara un cambio en su vida aunque si que tenemos algunas respuestas. Una de la cosas que genera ese cambio seria la percepción de malestar subjetivo por parte de la propia persona con la situación que está viviendo, aunque a veces las personas acuden a consulta por el malestar que a otros les generan algunas de las conductas o actitudes que ellos mantienen, aunque a ellos no les genere malestar alguno. Seria este el caso de muchos adictos que vienen a consulta por el malestar que está generando a su familia su consumo de alcohol, cocaína o sus problemas de juego no siendo este capaz de identificar el malestar que siente él y expresarlo debido a la negación en el que le mantiene su enfermedad adictiva.

En el caso del adicto son normalmente los familiares los que piden ayuda por ellos, aunque cuando entran en tratamiento los familiares también se dan cuenta de que ellos también necesitan generar modificaciones en la manera que tienen de actuar para con el enfermo adicto para que así estos produzcan cambios, entre los que estaría el dejar de consumir.

El cambio implica dejar de hacer aquello a lo que ya estoy acostumbrado y que en muchas ocasiones me resulta dañino para poder probar aquello que aún no conozco o que aún conociéndolo no he experimentado. El desarrollo del ser humano lleva implícito el cambio a pesar de que este resulte doloroso ya que tras ese dolor aparecen los mayores beneficios para la persona, aquellos que van de la mano del crecimiento y madurez emocional.

Uno de las mayores dificultades con la que nos encontramos los profesionales a la hora de trabajar con la población adicta es con la resistencia al cambio.

En un principio hemos de trabajar con motivar a la persona para que pueda dejarse ayudar a raíz de que tenga la percepción de que padece una enfermedad y que vea las consecuencias que esta produce en toda su vida. Quizás sea este uno de los pasos más difíciles a atravesar por el adicto y en el que más ayuda necesite tanto por parte de la familia como de profesionales.

Una vez en tratamiento son muchas también las resistencias que el adicto al alcohol u otras sustancias pone en marcha para evitar el cambio, ya que este supone salir de su zona de comodidad y en muchas ocasiones le lleva a tener que ponerse "en contacto con" el dolor que conlleva el dejar algo a lo que uno ya estaba acostumbrado.

Solo mediante el cambio uno puede experimentar el verdadero crecimiento personal.

Como diría Frit Perls: "Hay que dejar de ser el que uno no es para ser el que uno es"

Verónica Merino Rodríguez
Psicóloga en adicciones
 
 
 
Ramòn Roa
EES SECC:02

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